El comité de descolonización de las Naciones Unidas aprobó ayer por unanimidad una nueva resolución que convoca al Reino Unido y a la Argentina a "afianzar el proceso de diálogo y a reanudar las negociaciones" por la soberanía de las Islas Malvinas. La delegación argentina, encabezada por el canciller Héctor Timerman, destacó los apoyos explícitos de varios países. Muy especialmente, el del embajador chino que, por primera vez en años, leyó un mensaje de apoyo al reclamo argentino.
Martín Sabbatella: "La aprobación por parte del Congreso de la Nación de un paquete de sanciones para todas aquel las empresas que comercian con quienes exploran o extraen sin autorización petróleo en las Islas Malvinas constituye una señal muy fuerte, en el marco del histórico reclamo de nuestra soberanía sobre el archipiélago. Constituye, sin lugar a dudas, una verdadera muestra de unidad nacional, en un asunto que trasciende las habituales y entendibles diferencias políticas. A través del establecimiento de sanciones económicas contundentes, buscamos cerrar el cerco sobre quienes están avasallando nuestros derechos soberanos, en un territorio que es tan querido para nuestro pueblo, como doloroso en el recuerdo de las víctimas. A la ocupación colonial de ese suelo y a la constante violación de lo establecido por la Organización de Naciones Unidas, se suma en estas horas la provocación de quienes extraen recursos naturales en la zona de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, burlando la soberanía argentina y generando un evidente perjuicio económico. La decisión que adoptamos en la Cámara Baja potencia además la posición de la Argentina en el Comité Especial de Descolonización reunido en estos días en la ONU, donde la Cancillería de nuestro país presenta el reclamo de quienes queremos recuperar la soberanía de las islas que fueron ocupadas en 1833. Desde el bloque Nuevo Encuentro consideramos que es necesario redoblar esfuerzos en todos los frentes para hacer valer, siempre por medios pacíficos, nuestros derechos sobre las islas del Atlántico Sur, y poner fin al coloniaje británico sobre un territorio ubicado a decenas de miles de kilómetros de sus costas.
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