24/04/2011 Tiempo Argentino - Nota - Argentina - Pag. 12
Martín Sabbatella
"La oposición perdió la brújula"
El diputado nacional y líder de Nuevo Encuentro es la cara más visible del flamante sistema de listas de adhesión que le permitirán competir con Daniel Scioli por la gobernación bonaerense. El ex intendente de Morón asegura que los dirigentes opositores "tienen un gran desconcierto porque imaginaron un escenario de apocalipsis que no sucedió". Y afirma que ahora "la prioridad es la reelección de Cristina porque garantiza la defensa del rumbo".
Viviana Mariño vmarinio@tiempoargentino.com.ar
Fue blanco de críticas mordaces de quienes él suele definir con ironía como los "barones" del Conurbano.
En paralelo, la ingeniería electoral del kirchnerismo lo consolidó como la cara más visible del sistema de las listas de adhesión, el esquema que le permitirá competir contra Daniel Scioli por la gobernación bonaerense y, al mismo tiempo, sumar a la boleta presidencial del Frente para la Victoria (FPV) que, descuenta, encabezará Cristina Fernández. Martín Sabbatella pendula en esa dinámica con una convicción. "La prioridad es la reelección de Cristina; es la única que garantiza la profundización del modelo, la defensa del rumbo nacional", explica con naturalidad durante una entrevista exclusiva con Tiempo Argentino.
El ex intendente de Morón, hoy diputado nacional y líder de Nuevo Encuentro encuadra el entendimiento electoral con el FPV en un proceso político que tuvo como hito de iniciación el conflicto con el campo, allá por 2008, y prefiere hablar de un "dato de la realidad" y esquivar la idea de contradicción para explicar las diferencias con el PJ bonaerense y la administración provincial.
Asegura que el gobierno nunca le mencionó como condición el armado de una lista de unidad para los candidatos a legisladores nacionales en la provincia, y, en cambio, propone evitar que se lesione la representatividad de todos los sectores que apoyan al kirchnerismo. Para sumar al diagnóstico, apunta a la oposición. "Sus dirigentes tienen un gran desconcierto.
Imaginaron un escenario de apocalipsis que no sucedió. La oposición perdió la brújula", juzga.
–En los últimos días algunos sectores insistieron en sembrar dudas sobre la potencial candidatura de Cristina? –Yo no tengo ninguna duda. Creo que Cristina será la candidata y creo que está bien que maneje los tiempos. Es presidenta, tiene una responsabilidad institucional y debe buscar el mejor momento. También creo que la dirigencia política opositora pone en duda esto porque no quiere que lo sea, porque tiene un desconcierto absoluto.
La oposición conservadora de la Argentina perdió la brújula.
–¿Visualiza un candidato aglutinador en un frente opositor al kirchnerismo? –Todos los días confunden un poco más. El desconcierto surge de que esos dirigentes imaginaron otro escenario, de caos, caída libre, apocalipsis. Lilita (Carrió) lo pronosticaba en los programas de TV. Por suerte para los argentinos, nada de eso sucedió.
Está claro que no pueden articular propuestas ni liderazgos. El PRO todavía no sabe qué hará en la Capital Federal y sigue con 500 dudas. El PJ Federal tenía internas con cuatro candidatos, uno se bajó, otro hace un papelón en su provincia (por Mario Das Neves en Chubut) y los otros dos hacen otro papelón con una interna ridícula. El radicalismo baja uno, sube otro y ahora propone una posibilidad de alianza con (Francisco) De Narváez. Están desorientados, pero eso no significa un cambio en la mirada conservadora que proponen para aplicar recetas que fracasaron y que le hicieron mucho daño a la mayoría.
–La ausencia de un rival claro, ¿es también un problema para el kirchnerismo? –La verdad es que sería mejor tener las voces para organizar un debate público. Uno tendría mejor claridad sobre con quién quiere hablar, cómo dar la discusión. Pero eso no sucede.
–La primaria del 14 de agosto se proyecta como una suerte de elección anticipada, ya que todas las fuerzas aspiran a llegar con candidato consolidado ¿Se puede visualizar como una falencia de la reforma política? –Esa posibilidad habla de cuál es la situación hoy del sistema de partidos políticos en la Argentina. No es una falencia de la reforma, ni del mecanismo, ni de las normas. Es la fotografía de la realidad política. De un lado, la crisis de las fuerzas políticas opositoras es total; del otro hay un rumbo, un liderazgo, un espacio de todos los que entendemos que Cristina es la candidata y la única que garantiza la profundización del modelo.
–La reglamentación de la reforma política habilitó las listas de adhesión y puso en primer plano el respaldo electoral de Nuevo Encuentro a Cristina...
–Quedó claro que una cosa son las colectoras y otra las listas de adhesión. Las colectoras eran un mecanismo que evitaba las internas partidarias y lesionaba la vida partidaria. Con las listas de adhesión, fuerzas políticas distintas pueden tener candidatos en determinadas categorías y adherir, por ejemplo, a una fórmula presidencial o a una fórmula de gobernador.
–¿Cuál será el alcance de ese acuerdo de adhesión? ¿Nuevo Encuentro tendrá candidatos a legisladores nacionales propios? –Para nosotros la discusión es si la Argentina sigue avanzando o retrocede. En las provincias y distritos donde hay sintonía política estaremos juntos y haremos frentes como sucede en Santa Fe con Agustín Rossi o en Entre Ríos con Sergio Uribarri.
En la provincia de Buenos Aires, donde el dispositivo político no forma parte de lo que somos, tenemos candidato a gobernador propio. Donde hay frente, vamos en acuerdo y donde no, como Nuevo Encuentro.
–¿Y si la presidenta entiende que para fortalecer el proyecto es necesaria una lista legislativa única en la provincia de Buenos Aires? –No hemos hablado de ese tema. Lo que estamos planteando es la construcción de una propuesta que, desde nuestro lugar, adhiere a la fórmula presidencial. Tenemos una mirada diferente con la provincia de Buenos Aires. Allí, no estamos debatiendo la constitución de un frente en ninguna de las categorías, no forma parte de nuestro debate.
–¿Tampoco formó parte de las conversaciones con el gobierno? –No ha sido parte de las conversaciones. Si hay alguna propuesta en relación a eso la escucharemos y analizaremos. Lo que nos parece importante es darles a los bonaerenses distintos caminos. El kirchnerismo convoca adhesiones muy amplias. Y por eso, lo que tiene que garantizar la ingeniería electoral es esa realidad: hay distintos sectores que adhieren a la fórmula presidencial, distintas voces que quieren que Cristina sea reelecta. Lo prioritario es la reelección de Cristina, pero sería un error lesionar la representatividad, hay que ga- rantizarla por todos los canales posibles.
–La reglamentación final de la reforma surgió de una reunión entre Cristina y Daniel Scioli. ¿No es contradictorio adherir a la fórmula presidencial del kirch-nerismo y diferenciarse de forma tan tajante de uno de sus principales aliados políticos? –Es un dato de la realidad. El kirchnerismo concita una gran cantidad de adhesiones de sectores con miradas distintas. En la provincia de Buenos Aires, Scioli es un dirigente importante de los que impulsan la reelección de Cristina y nosotros somos otra parte. Las coincidencias que tenemos en relación al rumbo nacional no nos hacen coincidir en la provincia.
–Sectores del PJ bonaerense cuestionaron el esquema de las listas de adhesión.
Uno de los argumentos más escuchados fue la posición de Nuevo Encuentro en 2009, cuando no hubo acuerdo con el kirchnerismo. ¿Qué cambió desde entonces para facilitar un acuerdo? –Nosotros estamos en el mismo lugar. En 2009 reivindicamos un rumbo nacional en otra lista. Y seguimos defendiendo un rumbo y diciendo que todavía está pendiente la construcción de una fuerza que sea hija de ese proceso, que se pueda parir al calor de los mismos debates que ellos inauguraron. Eso está pendiente. Tenemos nuestras diferencias con las estructuras políticas tradicionales, no así con su historia. La defensa del rumbo es para dar esa discusión, pero la gran diferencia es que hoy se elige presidente. El momento de mayor acercamiento de nuestra fuerza política al kirchnerismo fue en 2008 no en 2009, con el debate por la Resolución 125; el momento de mayor debilidad del gobierno. Ojalá que a partir de ahora surja esa fuerza política que nos contenga a todos, una nueva identidad que está naciendo en la Argentina con el proceso que abrió (Néstor) Kirchner en 2003.
–¿No es un límite que Cristina aparezca como la única garante de ese proceso? –Es este proceso en el que tendrá que ir construyendo esa fuerza política y social e introducir nuevos liderazgos. Es absolutamente lógico que esta etapa haya tenido liderazgos fundantes. En el arranque siempre hay liderazgos fundantes.
–Desde los sectores que resistieron las listas de adhesión también se habló de un riesgo potencial de generar confusión en el electorado con una oferta demasiado abierta? –Es al revés. En Morón, durante muchos años ganamos con la tijerita y me decían que la gente no sabía cortar boleta. El tema es más complejo: si hay un motivo que enamora y entusiasma, la sociedad se suma.
Hoy ese motivo es el rumbo nacional y hay muchos sectores de la provincia de Buenos Aires que se sienten parte y tienen que tener un canal en el que se sientan representados.
–¿Hay posibilidades de acuerdo con intendentes del PJ? –Hay que ponerse como objetivo que lo que naturalmente tiene que estar junto, lo esté. Así como somos muy críticos de muchos gobiernos locales en la provincia, también reivindicamos la sintonía con algunos dirigentes como Graciela Rosso (Luján) Darío Díaz Pérez (Lanús), Francisco "Barba" Gutiérrez (Quilmes) y Mario Secco (Ensenada). Lo bueno, insisto, es que la ingeniería electoral nos permita expresar esas sintonías en propuestas electorales concretas. La discusión no es peronismo versus Nuevo Encuentro. En muchos lugares los límites son difusos, en otros nos estamos encontrando y en otros el corte es más abrupto.
–En las últimas horas trascendió que está pensando en los nombres de Ariel Basteiro, Carlos Raimundi y Hugo Cañón como parte de una lista de candidatos a legisladores nacionales? –Son tres dirigentes importantes de Nuevo Encuentro y es lógico que pensemos en ellos y, en otros y otras, para representarnos.
Tenemos que lograr que los candidatos de Nuevo Encuentro que tienen trayectoria y reconocimiento importante tengan un rol protagónico en el debate nacional. <
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